Sin tacto

Por Sergio González Levet

3,284

​Los 87 millones 627 mil 999 ciudadanos mexicanos integrados en la lista nominal del INE, para el caso de las elecciones federales, y los ciudadanos de 30 entidades federativas para el caso de las votaciones locales (las excepciones son Baja California y Nayarit) podremos acudir a las urnas el 1º de julio de 2018 para determinar a 3,284 ciudadanos que ocuparán otros tantos puestos de elección popular, de diferentes calibres.
​Por ejemplo, ese domingo elegiremos un Presidente de la República, y con él 128 senadores y 500 diputados al Congreso de la Unión, es decir, 629 puestos federales.
​En el caso de los estados, ese mismo súper día de julio serán elegidos ocho gobernadores, en Veracruz, Puebla, Morelos, Jalisco, Guanajuato, Tabasco, Chiapas y Yucatán, junto con el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
​Y ya llevamos 638.
​Hay que sumar a 972 diputados que integrarán 27 nuevas legislaturas locales (permanecen los congresos estatales de Baja California, Nayarit, Coahuila, Tamaulipas y Quintana Roo).
​Y alcanzamos 1,610.
​Añada entonces a 1,490 alcaldes que se dirimirán en 24 entidades federativas (tendrán descanso municipal ocho estados: Baja California, Nayarit, Durango, Aguascalientes, Hidalgo, Tlaxcala, Chiapas y Veracruz).
​La cifra llega a 3,100 candidatos ganadores.
​A ese número hay que agregar los 160 concejales que serán elegidos en la Ciudad de México y los titulares de las 24 juntas municipales que en Campeche sustituyen a la figura del alcalde.
​Y así arribamos a la cifra mágica de 3,284 mexicanos (bueno, si no hay por ahí algún cachirul de otro país que logre hacerse pasar por connacional, ya ha llegado a suceder). Sí, 3 millares, 2 centenas, 8 decenas y 4 unidades de ciudadanos que después del súper domingo de julio irán recibiendo sus constancias de mayoría e irán tomando posesión de sus puestos en los meses subsiguientes.
​Eso quiere decir que, por ejemplo, cuando un ciudadano llegue a una casilla de Veracruz, encontrará dos comités electorales, uno federal y otro local.
​Los funcionarios del primero le darán tres boletas, para que cruce sus simpatías hacia un Presidente de la República, dos senadores y un diputado federal, más sus respectivos suplentes.
​Y de parte del comité estatal recibirá dos boletas, una para el Gobernador y otra para el diputado local correspondiente a su distrito local.
​Tendrá que cruzar cinco boletas y depositarlas en otras tantas urnas.
​El tiempo promedio en casilla por cada elector será de varios minutos más que en anteriores elecciones, lo que significa que seguramente habrá largas colas y tendremos que echar mano de la paciencia hasta que nos llegue el turno.
​Y después, a decidir por cuál candidato sufragar entre la oferta que nos presentarán los partidos, las coaliciones y los independientes (si es que los hay).
​No es cosa menor resolver a quién queremos para que sea nuestro Presidente a y a quién para Gobernador partir del 1º de diciembre de 2018 y hasta el 30 de noviembre de 2024… o nuestros dos senadores (más el de primera minoría y el plurinominal) o nuestros diputados federal y local.
​3,284 es la cifra mágica de ese primer domingo de julio, pero todavía tendríamos que agregarle los innumerables síndicos y regidores que aparecerán en las boletas de elecciones municipales… y los suplentes.
​Caray, ¡cuántos mexicanos decididos a sacrificarse por sus semejantes!
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