De los partidos integrados en el Frente Ciudadano, ni el PRD ni MC sobrevivirían sin las prerrogativas y en el PAN sus cuadros directivos reclamarían a Ricardo Anaya disponer sin consultar. En Movimiento Ciudadano, Dante dice la primera y última palabra, en este caso como un audaz gerente decidido a quebrar la empresa de su propiedad; en el PRD, la señora Barrales enfrentaría serios cuestionamientos de las tribus de ese partido acostumbradas ya al cómodo burocratismo de una paga quincenal, y a Ricardo Anaya lo obligarían a dejar el mando de su partido, en medio de severa crisis interna. Por esos motivos, eso del 100% de las prerrogativas que están dispuestos a ceder para la reconstrucción en zonas devastadas por los sismos, es solo una balandronada demagógica propia del folklor tercermundista.