El ex candidato perredista al gobierno del Estado de México, Juan Zepeda, declinó su participación para la dirigencia nacional del PRD y prefiere candidatearse al senado de la república; es decir, pragmáticamente escoge la opción más conveniente, porque no es lo mismo dirigir por tres años a un partido ya menguante a “legislar” por seis años en la cámara alta del Congreso mexicano. Considerado el candidato más adelantado para dirigir al PRD, Zepeda origina mayor incertidumbre en ese partido donde los Chuchos enfrentan fuerte oposición de Alianza Democrática Nacional para hacerse de la dirigencia partidista. Es reflejo de la decadencia de los Chuchos, después de largos años de usufructuar las canonjías del poder, distribuir candidaturas y manejar las prerrogativas.