Cuando un candidato a cargo de elección popular ofrece lo que el ciudadano quiere escuchar levanta muchas expectativas, porque la ciudadanía, cansada de ser engañada, quiere creer y se aferra a una esperanza (que es lo último que muere, dice el refrán), y porque quien ofrece explota la inconformidad y toca las fibras más sensibles de la inconformidad. Así sucedió cuando Fox aseguró que resolvería el problema de Chiapas en 15 minutos, pero, ¡claro! Fox no cumplió. De igual manera, cuando Miguel Ángel Yunes Linares ofreció resolver el problema de la inseguridad en seis meses, nadie le reclamó o cuestionó semejante sofisma, simplemente se abandonó a la esperanza, y obviamente tampoco ha cumplido.