Xalapa, Ver., 29 de octubre de 2016.- Con el objetivo de que los temas sobre equidad de género e igualdad puedan ser apreciados de una manera más real e incluyente, la Secretaría de Protección Civil (PC), a través de su Unidad de Género, realizó una capacitación a los trabajadores de la dependencia sobre estereotipos y masculinidades.
Durante esta capacitación, explicaron que todas las sociedades se estructuran y construyen su cultura en torno a la diferencia sexual de los individuos que la conforman, la cual determina el destino de las personas, atribuyéndoles ciertas características y significados a las acciones que unas y otros deberán desempeñar, y que se han construido socialmente.
Asimismo, destacaron que los roles de género son conductas estereotipadas por la cultura, por tanto, pueden modificarse dado que son tareas o actividades que se espera realice una persona por el sexo al que pertenece.
Por ejemplo, tradicionalmente se ha asignado a los hombres roles de políticos, mecánicos y jefes, entre otros, es decir, el productivo; y a las mujeres el de amas de casa, maestras y enfermeras, etcétera (reproductivo), por lo que estos pensamientos ya no deben existir en la sociedad.
En el adiestramiento efectuado en la Sala de Juntas de PC estatal, indicaron que el concepto sexo se refiere a las diferencias y características biológicas, anatómicas, fisiológicas y cromosómicas de los seres humanos que los definen como hombres o mujeres; son características con las que se nace, universal e inmodificable.
Expusieron que en cambio el género es el conjunto de ideas, creencias y atribuciones sociales que se construye en cada cultura y momento histórico con base en la diferencia sexual.
De aquí surgen los conceptos de masculinidad y feminidad, los cuales determinan el comportamiento, funciones, oportunidades, la valoración y las relaciones entre mujeres y hombres; es decir, el género responde a construcciones socioculturales susceptibles de modificarse dado que han sido aprendidas.
En consecuencia, el sexo es biológico y el género se elabora socialmente, de manera que ser biológicamente diferente no implica ser socialmente desigual.