Bien se afirma cuando se asegura que todo lo que el hombre imagina es realizable, brujería fue en su tiempo la radio, la televisión, volar en aeroplano, llegar a la luna, mantener satélites orbitando al planeta tierra, los ordenadores, y ahora celulares con sus mil u un aplicaciones. La capacidad inventora del hombre es inagotable, por tal razón cuando se anuncia que se explora construir un avión hipersónico que desarrollaría una velocidad de 6 mil kilómetros por hora no causa sorpresa, acaso expectación a la espera de verlo hecho realidad y, como dicen sus diseñadores, cubrir en solo dos horas la distancia de Beijing a Nueva York. Sin embargo, no conocemos bien a bien el fondo de los mares ni podemos pronosticar a ciencia cierta un movimiento telúrico; tampoco erradicar las enfermedades mortales. Paradojas del hombre.