Para ganar esta elección “Todos por México” se impone la meta de juntar 20 millones de votos para José Antonio Meade, una cifra que se antoja mágica y difícilmente alcanzable, pero el PRI ya se levantó de sus cenizas una vez y la experiencia por los muchos años de ejercicio del poder cuenta en todo proceso electoral cuyo desenlace “no se acaba, hasta que se acaba”. Dice Enrique Ochoa que van por el 40 por ciento de la votación, lo cual significaría que ni a AMLO ni a Anaya les alcanzaría el gasto; pero a su vez también tienen sus metas y podrán asegurar que obtendrán el 25 o 30 por ciento. Finalmente el veredicto final le corresponde a la ciudadanía mexicana, a ver quién de los tres logra convencerla.