Solo un milagro electoral salvaría al PRI de la derrota en Chiapas al postular a un candidato sin consenso ni convocatoria como lo es Roberto Albores Gleason. Algo muy grave habrá sucedido pues el Partido Verde Ecologista, el Chiapas Unido y Mover a Chiapas que conformaban la alianza con el PRI renunciaron a esa coalición y este partido queda solo con Nueva Alianza en esa entidad. En esas circunstancias la competencia quedará solo entre el Frente conformado por el PAN-PRD-PES y Morena porque el tricolor queda descobijado. Si acaso hay algo peor en ese escenario es que los partidos escindidos de la alianza se agreguen con Morena, entonces todo quedará sellado antes de la elección. Este desbarajuste es producto de una pésima negociación de la cúpula priista.