Esta es una pregunta a la que los responsables de empresas encuestadoras “patito” le dan siempre la vuelta y evitan hablar de ello.
En sus reportes de estudios acerca de preferencias políticas que realizan, establecen claramente, afirmaciones como ésta:
“ ADVERTENCIA: Por favor nadie vea esto como un pronóstico, porque seguramente se equivocará”
Concretamente, en una encuesta de preferencias y escenarios para 2018 realizada por una de las empresas más promocionadas de este país gracias al apoyo de una empresa televisora, y publicada por “El Economista” en la que, desde luego, dan pintas de cientificidad a su estudio asociando niveles de confiabilidad del 95%.
Sin embargo y precisamente al inicio del documento, establece:
“MUY IMPORTANTE
Falta mucho para la elección. No caiga en la tentación de pensar que no habrá cambios.”
y por si fuera poco, se terminan de lavar las manos, nos brinda la siguiente
“ADVERTENCIA: Como toda encuesta de opinión, todas las preguntas sin excepción son sólo un indicador de estados de ánimo y niveles de conocimiento en el momento de llevar a cabo el levantamiento la información, nada garantiza que los resultados del presente informe sea los que prevalezcan a través del tiempo porque todos los aspirantes, incluyendo no incluidos aquí, tendrán sus estrategias.”
Veamos con cuidado, paciente lector. De lo que la misma empresa manifiesta, podemos concluir lo siguiente:
1.- Lo que presentan no son pronósticos.
2.- Falta mucho para la elección y seguramente habrá cambios.
3.- Nada garantiza que las cifras que presentan “prevalezcan a través del tiempo.”
Ahora, la pregunta inteligente por hacer es la siguiente:
¿Qué utilidad tiene un documento que presenta cifras que no son un pronóstico porque seguramente cambiarán y que nada garantiza que prevalezcan a través del tiempo?
¿cuál es el propósito de intentar dar carácter científico a un conjunto de cifras que nada informan?
La utilidad es obvia; “Marketing Politico.”
Nadie en su sano juicio, pagaría un centavo por un estudio en el que le hacen tales advertencias; imagine usted que va a consultar a un médico para una posible cirugía:
–Doctor, ¿cuál es su pronóstico de mi condición?
– “Por favor no vea esto como un pronóstico, porque seguramente se equivocará”
– Bueno, Doctor, pero acaba usted de diagnosticarme, alguna evaluación debe ya tener al respecto.
– “Falta mucho para la cirugía. No caiga en la tentación de pensar que no habrá cambios.
– Entonces hay algo que pueda usted decirme al respecto para decidir sobre someterme o no a la cirugía?
– Como todo caso médico, todos sus síntomas sin excepción son sólo un indicador de su estado de salud en el momento de llevar a cabo esta auscultación. Nada garantiza que los resultados del presente informe sean los que prevalezcan al momento de la cirugía.
Difícilmente alguien pagaría siquiera una consulta en esos términos.
Dicho lo anterior, contestaremos la pregunta de si es o no posible pronosticar el resultado de una elección.
La respuesta es Sí, dentro de los márgenes de precisión y confiabilidad establecidos.
La empresa Gallup, que a partir de 2016 ya no realiza encuestas de preferencia para la elección presidencial, tiene un registro de pronósticos que puede consultarse en
http://www.presidency.ucsb.edu/data/preferences.php
Ya va siendo tiempo de que la mayoría de empresas al amparo de negocios realizados con dinero del pueblo, sigan enriqueciéndose con reportes cuyas cifras nada dicen ni garantizan, como las mismas “casas encuestadoras” lo afirman en sus reportes.