Originaria del municipio de Tantoyuca, Iraís Maritza Morales Juárez, aspira a ser quien maneje las arcas del ayuntamiento ubicado en la zona norte.
Afiliada a las filas del PRI, la exdelegada de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) en Veracruz, aspira con “engordar” su carrera política en el Palacio municipal, sin embargo forma parte de la lista de priístas sin escrúpulos.
Durante su estancia al frente del CDI, los propios empleados de la Delegación Estatal entregaron documentación sobre anomalías y mala administración ante el Órgano Interno de Control de la dependencia, señalando Iraís Maritza Morales Juárez y Shariffe Osman Flores –quien llegó a la CDI como jefa del departamento administrativo- de malgastar el presupuesto destinado para el apoyo de los Pueblos Indígenas.
Dos semanas más tarde de la llegada de Osman Flores a la Comisión, dio contratos a la empresa Supervisión Técnica por Veracruz para que realizara diversos trabajos de la Institución. Cabe destacar que la representante legal y administradora de dicha empresa beneficiada es Irma Flores Sangabriel, madre de la excandidata a la diputación por Emiliano Zapata.
Otra de las empresas beneficiadas por la CDI Veracruz es Urbanizadora y Constructora CAFX SA de CV. Los propietarios de esta empresa son Félix Alfredo Niño Flores –primo de Shariffe- y Claudia Liliana Cruz Villar, quien es la administradora única.
Irais Maritza Morales y Shariffe Osman tienen una relación de amistad desde años previos a la llegada de ambas a la CDI. Fue la entonces Delegada la que dio el visto bueno con su firma a contratos que benefician con millones a las empresas de la familia de su amiga, Shariffe.
Es así como el tráfico de influencias, conformó la administración de Morales Juárez en el CDI, para beneficiar a amigos, familiares y a ella misma. Incluso, los recursos destinados a los indígenas, se quedaban en estéticas que todos los días arreglaban el cabello de la Titular.
El PRI lanza a Iraís como candidata a la presidencia municipal de Tantoyuca, no solo para cumplir con la cuota de género, sino también porque cumple con la cultura de prácticas ilegales que benefician a su círculo cercano.