Héctor Coronel
Fuera del ambiente académico, algunas presonas creen que un “postdoctorado” ( o “postdoc” ) es un grado académico superior al doctorado, lo cual es incorrecto pues el más alto grado académico es el “Doctorado.” En sentido estricto, cualquier cosa que se haga después de un doctorado califica como postdoctorado, pero hagamos algunas precisiones.
En principio, un postdoctorado no es un grado académico, sino un contrato temporal que se ofrece por parte de una universidad o centro de investigación a quienes han obtenido recientemente su grado doctoral y se otorgan, preferentemente, a personas jóvenes que aún no tienen publicaciones o bien no suficientes, pero que cuentan con una línea de investigación de interés; es decir, es una forma de contar con auxiliares de investigación por parte de un investigador líder, contando con el apoyo de quienes aún no cuentan con el perfil suficiente como para optar por una posición de profesor titular o investigador titular.
Se estima que hay aproximadamente 89,000 posdoctorados involucrados en investigaciones en los Estados Unidos (National Science Foundation, Science and Engineering Indicators 2008). En estas posiciones, los postdoctorales suelen realizar investigaciones bajo la supervisión y tutoría de un investigador más experimentado, a menudo llamado asesor postdoctoral. La característica clave de una posición de postdoctorado es que se trata de un paso temporal para desarrollar una carrera en el camino hacia una posición más permanente.
Existe otra interpretación imprecisa de lo que es un postdoctorado, y consiste en que se llama así a un académico acude a aprender o actualizarse en su área mediante una estancia de investigación con algún científico de alto reconocimiento o en alguna institución de renombre y que tendrá un impacto positivo en su trabajo científico, aunque debemos señalar que el nombre correcto de quienes realizan esta actividad, es en realidad estancia de investigación.
De manera que un postdoctorado en realidad es un complemento formativo para quienes recientemente obtuvieron un grado doctoral y que aún no cuentan con producción científica suficiente o relevante, necesaria para continuar una carrera en la academia.
Una estancia de investigación, no debe confundirse con un postdoctorado, pues como indicamos arriba, no es lo mismo. La confusión pudiese provenir del hecho de que algunas de esas estancias son financiadas mediante becas postdoctorales.
Así que la próxima vez que escuche que alguien es “postdoctorado”, entiéndase que no es un grado académico , sino un complemento de su formación que en muchas ocasiones, resulta necesario para poder hacerse de una carrera en la academia.