Lo dicho, el ejercicio del poder desgasta y en México basta una oportunidad para comprobarlo, lo mismo ocurre si el actuante es priista, panista, perredista, “ecológico” o de Morena, todo es cuestión de observarlos en el desempeño de la función pública. De priistas, obviamente tenemos ancestrales pruebas de su conducta, igualmente de panistas, perredistas o de otras siglas en gobiernos de diferente nivel. Faltaba de Morena, pues siendo partido nuevo aun no llegaba al poder; ya lo consiguió en municipios y diputaciones para de inmediato dejar constancia de que no son diferentes. En Veracruz consiguieron diputaciones, tres de los cuales han emigrado a otras siglas; en las alcaldías en Xalapa llegaron para el consabido “quítate tú que ahora me toca a mí”, y en Coatzacoalcos ya se presumen negocios en el asunto de la basura, según lo denuncia la diputada Eva Cadena, quien involucra a Rocío Nahle, bien se dice: “Más pronto cae un hablador que un cojo”.